Javier Escobar

Creador del sitio de noticias Hemofilia en Chile el 2009 y actual Secretario Director de la Sociedad Chilena de la Hemofilia. Residente de la región de Valparaíso y portador de Hemofilia A Severa.

Las personas con trastornos de la coagulación no corren un mayor riesgo de contraer la COVID-19 o de presentar una forma grave de la enfermedad, de modo que no son considerados prioritarios, pero igualmente pueden presentarse para ser vacunados en el llamado a personas con enfermedades crónicas siempre que cuenten con su credencial de hemofilia, de discapacidad o certificado médico.

La vacuna debería administrarse por vía intramuscular. De ser posible, debería utilizarse la aguja con el calibre más pequeño (calibre 25-27) disponible. Debería aplicarse presión en el sitio de la inyección durante por lo menos 10 minutos después de la misma a fin de reducir el sangrado y la inflamación. Asimismo, se recomienda la autoinspección/palpación del sitio de la inyección varios minutos y de 2 a 4 horas después de la inyección, con el propósito de asegurarse de que no haya hematoma. La molestia en el lugar durante 1-2 días después de la inyección no debería ser motivo de alarma, a menos que empeore y esté acompañada de inflamación. Cualquier efecto adverso (hematoma, reacción alérgica) debería reportarse al centro de tratamiento de hemofilia.

Los pacientes deberían comunicarse con su médico inmediatamente o acudir a urgencias del hospital más cercano si presentaran una reacción alérgica (fiebre, calor, enrojecimiento, erupción cutánea con comezón, problemas para respirar, o inflamación de la cara o la lengua), ya que podrían poner en peligro su vida.

En el caso de pacientes con hemofilia grave/moderada, la vacuna debería administrarse después de una inyección de factor VIII o factor IX. Para pacientes con un nivel de factor VIII o factor IX arriba del 10% no se requieren precauciones hemostáticas.

Los pacientes (con o sin inhibidores) que reciben emicizumab pueden vacunarse con inyección intramuscular en cualquier momento, sin precauciones hemostáticas y sin recibir FVIII.

Los pacientes con enfermedad de von Willebrand (EvW) tipo 1 o 2, dependiendo de sus niveles de actividad basal de factor von Willebrand (FvW)/cofactor de ristocetina (RiCof), deberían usar terapias (como desmopresina o ácido tranexámico), en consulta con su centro de tratamiento de hemofilia. Los pacientes con EvW tipo 3 deberían recibir una inyección que factor von Willebrand.

Todos los pacientes con trastornos de la coagulación poco comunes (trombocitopenia o trastornos de la función plaquetaria) deberían ser vacunados. Los pacientes que estén recibiendo anticoagulantes deberían someterse a una prueba de tiempo de protrombina 72 horas antes de la inyección, a fin de determinar el índice internacional normalizado (IIN); si los resultados fueran estables y estuvieran dentro del rango terapéutico, pueden recibir la vacuna por vía intramuscular.

No hay contraindicaciones específicas para la vacunación en relación con complicaciones de la hemofilia y otros trastornos de la coagulación o sus terapias. La inducción de la inmunotolerancia, el tratamiento de la hepatitis C y del VIH, y otros trastornos no contraindican la vacunación.

El Ministerio de Salud de Chile, como la Agencia Reguladora de Productos Medicinales y de Salud del Reino Unido y los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU. recomiendan precaución en el uso de la vacuna Pfizer/BioNTech en personas con historial de reacciones alérgicas importantes, en esos casos se recomienda optar por otra vacuna.

Fuente:
Guías de la Federación Mundial de Hemofilia (FMH), del Ministerio de Salud de Chile, de la Asociación Europea para la Hemofilia y Trastornos Afines (European Association for Haemophilia and Allied Disorders, EAHAD), del Consorcio Europeo de Hemofilia (European Haemophilia Consortium, EHC), y de la Fundación Nacional de Hemofilia (National Hemophilia Foundation, NHF) de EE. UU.